30 de mayo de 2008

Tiempo de cambios

Me corté el pelo, me hice fleco, cambié algunos muebles en mi casa, elegí otro diseño para el blog. Si. Tiempo de cambios. Es más hasta me estaba terminando de desilusionar de mi última ilusión. Claro que ese es otro tema. Obviamente cuando ya estaba todo asumido reapareció, otra vez el muerto resucita y vuelve a la vida. Aunque sé que cerrar el tema es una cuestión de tiempo, por ahora ese cambio todavía está a medias.
Una nueva etapa comienza. Eso si, no tengo idea de qué etapa se trata ni a donde me llevará. El tiempo dirá.

19 de mayo de 2008

Máma... yo quiero un novio.

Como cada vez que voy a visitarla, antes de irme, Mamina, mi abuela, me preguntó ¿y los novios como vienen? ¿estás saliendo con alguien? y así en medio de la conversación me dijo que yo tenía que cantar esa canción... ¿Como era? Esa de que quiero un novio. Miraba el techo como esperando encontrar allí las palabras que no encontraba en su memoria, que tanto le falla ultimamente. Comenzó a tararear la música, marcando el ritmo con su mano sobre el apoyabrazos del sillón donde la encontramos en cada visita. Y así empezó a cantarme, mientras se reía de sus gran ocurrencia...

"Cansada de la gomina,
los niños bien y fifi,
ayer oí que una piba
con bronca cantaba así:

Mama, yo quiero un novio
que sea milonguero,
guapo y compadrón;
que no se ponga gomina
ni fume tabaco ingles,
que pa' hablar con una mina
sepa el chamuyo al revés;
mama, si encuentro ese novio
juro que me pianto aunque te enojes.

Ayer un mozo elegante
con pinte de distinguido,
demostrando ser constante,
desde el taller me ha seguido;
mas cuando estuvo a mi lado
me hablo como un caramelo
del sol, la luna y el cielo
y lo piante con razón.

Mama, yo quiero un novio
que al bailar se arrugue
como un bandoneón.
Yo quiero un hombre sin pose
ni pinta de distinguido,
que no sea muy presumido,
pero que marque las doce.

Tanto me da que sea pato
como que tenga dinero,
un hombre es lo que quiero
y eso sera mi ilusión...
Mama, yo quiero un novio
que sea milonguero,
guapo y compadrón."


MAMA... YO QUIERO UN NOVIO
Letra de Roberto Fontaina
Música de Ramón Collazo

Tema difundido por el cantor uruguayo Alberto Vila, grabado en el
disco el 2-9-1928.

18 de mayo de 2008

La comunidad de la bolsa

Ultimamente he estado chusmeando unos cuantos blogs de algunas chicas que comentaron en distintas entradas y que a su vez recomendaban otros blogs, todos con la misma temática: Hombres, soltería, relaciones, sexo y me di cuenta de que somos como una gran comunidad de mujeres pensantes y escribientes en busca de descifrar por donde va a pasar cupido este finde así nos aseguramos de estar ahí para ligar el próximo flechazo.
Estos blogs me han hecho pensar en lo que me pasó el otro día en una cena de trabajo, donde, no sé como, llegamos a tratar el tema de la bolsa de agua caliente para dormir. En mi caso es un legado materno, producto de vivir en un depto muy frio aunque hoy en día mantengo la costumbre en algunas noches de invierno. Ante el asombro de varios hombres por nuestra defensa de este ritual nocturno, mi jefe, un hombre muy analítico, nos pidió que levantemos la mano quienes usábamos la bolsa de agua caliente y para mi sorpresa éramos todas las solteras. Cuatro manos levantadas. Cuatro mujeres solas de diversas edades (desde los 28 hasta los 40) El resto de las mujeres, las casadas o de novias manifestaron no adherir a esta práctica y así nuestro jefe fue categórico: Larguen la bolsa de agua caliente y consíganse un macho.
Y nuevamente me di cuenta de que formamos una comunidad, una tribu urbana con sus propias costumbres, sus propios códigos y sus propias reglas. Es más facil entrar que salir. Sé que mucha gente considera patético esto de pensar tanto en la soltería, pero yo creo que es una etapa que me está haciendo crecer mucho. Estoy aprendiendo a clavar un clavo, a cambiar el cuerito de la canilla, a arreglar la persiana del living y a destapar la cañería del baño. También estoy aprendiendo a pedir ayuda, a tener a mano las páginas amarillas para llamar al plomero, al gasista y al pintor. Desde que estoy sola aprendí que hay situaciones en la vida donde uno necesita estar con la familia, solamente estar y donde necesita hablar con una amiga largo y tendido.
Estoy segura de que dentro de la gran comunidad de mujeres solteras, hay mil formas de vivir la soltería, habrá quienes lo vivan como una condena, como una tortura, con vergüenza o con temor a quedar para siempre asi. Yo creo que me encuentro entre las que intenta sacarle provecho a la situación, entre las que tratan de entenderse y conocerse, entre las que viven con humor cada una de las salidas que tienen y que no progresan. En esta gran tribu hay de todo, pero lo que realmente nos une no es el estado civil, ni la ausencia de un anillo en el dedo, lo que nos identifica es que cada cosa que vivimos no es nueva ni original, hay miles que atravesaron lo mismo y salieron victoriosas. Asi es que ¡Aguante la soltería y la bolsa de agua caliente!

11 de mayo de 2008

Sex o no sex... esa es la cuestión

Sexo. Tema controvertido y del que ciertamente no debería escribir.
Piensen en esta imagen: colegio de monjas, familia muy conservadora, sociedad machista. En fin. La sexualidad siempre estuvo relacionada para mi con cosas negativas. A los 12 años ya sabíamos que no debíamos tomar helado frente a los chicos porque los calentaba vernos deglutir inocentemente ese dulce (nunca supimos si esto es un mito que circulaba por el colegio o realmente alguna monja nos dijo esto). Una época de mi vida decidí negar completamente esa dimensión, porque era mala y porque no sabía como manejarlo. Varios años más tarde y con un largo camino recorrido, creo que he cambiado.
Los hombres sostienen que las mujeres debemos ser una puta en la cama y una lady en sociedad. Mucho nos han enseñado sobre esto último. Aprendemos a hacer escarpines y manualidades en el colegio (que a mi nunca me salieron), aprendemos a cocinar, a ganar plata, a ser totalmente maternales, a planchar y lavar, a llevar adelante una conversación inteligente y a cuidar nuestra apariencia ya que una dama nunca debe estar con el pelo sucio o las uñas descuidadas. Somos el paradigma de la Lady Argentina. Pero nadie nos enseña a ser una puta en la cama. Eso lo hacemos como podemos, siempre y cuando el acompañante también colabore en la enseñanza. También nos autocapacitamos: leemos Cosmo, charlamos con nuestras amigas del tema aunque cueste bastante abrirse y preguntar, miramos a Alessandra y Sex & The City y escuchamos a Maju Lozano esperando encontrar la clave del éxito entre las sábanas. Pero no es fácil. Requiere una gran seguridad en una misma y también confianza en el otro.
Hay que ser una puta en la cama y una lady en sociedad. Es decir hay que serlo todo. Pero para demostrar que una puede ser todo lo que el hombre necesita hay varias reglas a seguir, que no siempre podemos cumplir: No te acuestes con un hombre en la primera cita. No demuestres de entrada cuanto te gusta el sexo porque te encasillarán como la mujer con la que sólo tendrán sexo. No tardes demasiado en tener sexo con un hombre porque se cansará de esperarte y se buscará a otra con quien hacerlo. Debemos ser lo suficientemente sexies como para que quieran estar con nosotras pero a la vez debemos ser lo suficientemente damas como para que nos quieran presentar a toda la parentela. Como siempre descubro que lo importante es encontrar el equilibrio y esto es lo complicado.
Así que, amiga, si recién te iniciás en este campo o si ya venis transitando este camino hace rato, solo puedo recomendarte que la pases lo mejor posible, que te diviertas, que te relajes y que seas quien sos. No dejes que todo lo que nos inculcaron te juegue en contra. Es necesario que te conozcas y sepas que querés, cuáles son tus límites y seas fiel a lo que realmente sentís. Todas las otras presiones se irán resolviendo con el tiempo. Eso si, cuidate, porque cuidarse es quererse.

4 de mayo de 2008

Asi me siento hoy

ESTADOS DE ÁNIMO

A veces me siento como un águila en el aire ...
( A propósito de una canción de Pablo Milanés )

Unas veces me siento
como pobre colina,
y otras como montaña
de cumbres repetidas,
unas veces me siento
como un acantilado,
y en otras como un cielo
azul pero lejano,
a veces uno es
manantial entre rocas,
y otras veces un árbol
con las últimas hojas,
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne,
con un embarcadero
ya sin embarcaciones,
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde,
te acerques y te mires..
te mires al mirarme.


Mario Benedetti

2 de mayo de 2008

Referendum por el NO

Mujeres llegó el momento de unir nuestras voces y hacernos escuchar. Si lo estás viviendo, si lo pasaste, si tenes una amiga, una prima, una hermana a la que le pasa vota por el NO...

- No a depilarnos al pedo.
- No a que nos dejen plantadas en el boliche, después de acordar encontrarnos ahí.
- No a los reclamos y planteitos de los pibes que no nos gustan.
- No a las eternas conversaciones por mensajito de texto que deberían ser conversaciones telefónicas.
- No a la resaca del día siguiente.
- No a la culpa de quedarnos un viernes adentro.
- No a la histeria de los hombres cuando estamos listas, regaladas, envueltas y con moño.
- No al manotazo del ahogado que se traduce en una llamada a las 5 de la mañana de un hombre alcoholizado que casi ni se acuerda nuestro nombre.
- No a que los hombres acepten el amague que hacemos de pagar la salida.
- No a la espera interminable para que aparezcan después de un: Hablamos...
- No a tener que fingir o pensar: ¿como? ¿ya está?
- No a que nos rechacen cuando la invitación partió de nosotras.
- No al prejuicio del hombre que es un winner y la mina una trola si salen con más de uno a la vez.
- No a la depresión menstrual.
- No a tener que elegir a donde vamos cuando tenemos una cita.
- No a las preguntas de la gente: ¿Y el novio para cuando? ¿y cuando te casas? ¿ y los hijos, ya estás buscando?
- No a las ganas de afanarnos la clave del mail para entrar a su casilla y ver si está con otra.
- No a hacernos la manicura, la peluquería, estrenar remerita y calzarnos la tanga pensando esta es mi noche para llegar al boliche y que no haya ido ni el patova.

Votá por el NO y dejá tu opinión: ¿A qué más debemos decir que no?