¿Que hice mal?

Leo en Historias de Diván, el libro de Rolón, sobre una mujer que es abandonada por el marido y que se pregunta: ¿Qué hice mal?
Rolón le contesta: “… es probable que no tengas la respuesta a esa pregunta que te estás haciendo porque estás buscando en vos la explicación de un deseo que es de él. No creo que tenga que ver necesariamente con algo que vos hiciste mal. Sino con sus propios procesos internos.”
Venía leyendo de corrido, rápido, como me pasa siempre que me engancho con una historia y necesito saber ya cómo es el final, pero cuando llego a esa frase me golpea y me detengo. La releeo y la vuelvo a leer.
Tantas veces me pregunté eso después de una salida, tantas veces pensé que algo mal tenía que estar haciendo con los hombres para engancharme solo con aquellos con los que nunca llegaría a nada. Muchas veces escuché decir le hubieras histeriqueado mas, no te hubieras acostado con él en la primer salida, fuiste muy rápido, vas muy lento, tendrías que activar más, mostrar más interés, no ser tan obvia, etcétera, etcétera, etcétera. Tantas veces pensando que el problema está en uno cuando no siempre es asi. Muchas veces lo es, no quiero con esto sacarme de encima la responsabilidad que me cabe por estar sola, pero tantas veces también pasa por el otro, por sus deseos, por sus tiempos, por sus procesos internos.
Ahí es donde nosotras elegimos, si permanecemos esperando a ver si las cosas cambian y descubrimos que tenemos las mismas ganas de estar juntos o si pasamos al próximo candidato que tal vez ya haya recorrido el camino necesario para alcanzar justo al mismo tiempo el mismo lugar y conseguir así ese encuentro que nos cambie la vida y nos lleve a transitarla de a dos.