30 de octubre de 2009

El Aparecido

Estaremos en Pascua que aparentemente ahora todos los muertos resucitan?
Lo peor del caso no es que un tipo que te encantaba, reaparezca sin dar más explicaciones de por qué se fue sin decir adiós, sino que cuando lo hace pretende retomar todo justo en el lugar donde lo habían dejado. Por eso te mensajea diciéndote: a que hora paso a comer por tu casa?
Queeeeeeeeeeeeee???? Hace 3 meses habíamos quedado en que un día de estos te cocinaba, por qué asumís que la invitación sigue pendiente cuando te llamaste al silencio por más de 90 días consecutivos?.
También pasa que se auto invitan a tu domicilio con trucos como: Levanto helado y voy a visitarte un rato, dale? o Vemos una peli en tu casa?
Del mismo modo otros elijen esas noches largas de fin de semana para llamar o mandar un mensajito a las 4 o 5 de la mañana, como si fueran las 3 de la tarde y vos estuvieras disponible para ir a tomar un té con masitas.
Hombres: por favor un poco de respeto!. Si pretendés retomar el contacto vas tener que volver a conquistarme. Tendrás que llevarme a pasear y así podrás ganarte el derecho a volver a pisar mi dulce morada. Además tené en cuenta que yo no soy el manotazo del ahogado de nadie. Mi celular está clausurado en horas de la madrugada. Si me querés ver me llamás en un horario adecuado y coordinamos un encuentro como Dios manda.

Si nuestro teléfono tuviera que identificarse con un canal de televisión seguro que elegiría el canal Volver (o Retro para los internacionales), porque todos los que andan apareciendo son viejos conocidos o figuritas repetidas que al verlos ahora, 10 años más tarde, no entendés cómo en su momento te gustaron tanto. Aunque seamos honestas, nuestro celular, simil canal Volver siempre tendrá un lugar para que reaparezca el Gustavo Bermudez que te enamore cada vez, aunque vaya por la segunda, la tercera o la décima versión de la telenovela.


Si querés conocer más sobre este tipo de hombres leete este antiguo post: Al tercer día resucitó entre los muertos

26 de octubre de 2009

Llegando a casa

¿Por que será que siempre cuando estoy llegando a casa y me miro en el espejo del ascensor me acomodo la ropa, el pelo o el maquillaje aunque al entrar me vaya a poner el piyama y a meterme en la cama sin que nadie me vea?

24 de octubre de 2009

You learn

Plantearse un objetivo y hacer todo lo posible por conseguirlo.
Que nada te detenga. Que el miedo no te frene. Que el sacrificio es necesario y al final siempre da frutos. Que a veces hay que renunciar a algo que nos encantaría en pos de algo mejor. Que la gente que te quiere esta y lo mejor es compartirlo todo con ellos.
Que un examen no solo puede dejarte una buena nota en la libreta y muchos conceptos y teorías en la cabeza, a sino que puede ayudarte a aprender mucho más.




Alanis Morissette - You Learn. Para ver el video: click aqui

21 de octubre de 2009

Dejame soñar

Que un día aquello que quiero llegará.
Que todo lo transitado tiene un por qué y que mi trabajo solo es seguir avanzando.
Que vendrá, se instalará y conmigo caminará, tal vez para siempre.
Que tendiendo una mano cambiaré el mundo.
Que amar basta y sufrir a veces es necesario.
Que la lucha entre la realidad y la ilusión por una vez tendrá saldo positivo en mis esperanzas.
Que en la vida siempre recibiré aquello que tanto dí.
Que sonreír, conversar, abrazar y compartir, dejará huellas en los otros y me recordarán cuando no esté.
Solo te pido que me dejes soñar, por un rato, por muchos ratos, porque no siempre mis sueños son una evasión de la realidad sino que a veces es el modo que tengo para mirar alto y tratar de volar para conseguirlo.

16 de octubre de 2009

La Argentinidad al Palo

Escuchaba música en mi computadora. Los temas y los intérpretes iban saltando aleatoreamente. De golpe me encontré con esta canción que hacía mucho que no escuchaba y mi cabeza se llenó de imágenes.
Un verano, hace unos cuantos años.
Mis viejos habían alquilado una casa en la Chapadmalal durante el verano. Estábamos todos los hermanos, los sobrinos, los cuñados. Abundaban los días de playa y las noches de torneo de cartas y asados con picadas.
En medio de las vacaciones tuvimos un par de días de lluvia. ¿Que hacemos para pasar el tiempo? Jugamos más campeonatos de cartas y empezamos a enseñarles a los más chicos las artes del truco. Una de esas tardes en medio de mates y bizcochitos, tres de mis sobrinos que para ese entonces tendrían 11, 9 y 6 años, comunicaron al resto de la familia que habían preparado un show.
Nos convocaron en el living, vestían camisetas de Argentina y habían llenado una mesa con cosas. Cuando nos instalamos pusieron play al CD y arrancó esta canción: La Argentinidad al palo.
Cada uno tenía una función: uno se encargaba de mostrarnos la birome, mientras el otro nos enseñaba una soda y el otro un alfajor, para continuar turnándose con el pote de dulce de leche, las alpargatas, una foto de un colectivo 60 o de la 9 de julio o para representar un pase de hockey, un cabezazo de fútbol o un par de golpes de boxeo. El broche de oro era cuando hablaban de las minas mas lindas del mundo. Habían contratado a mamá para que pase desfilando, tocándose el pelo para hacerse la linda, mientras ellos le chiflaban. Ademas de todo esto cada vez que venia el estribillo se abrazaban saltando y cantando desaforados: La argentinidaaaaaad al paloooo.
Hoy mis sobrinos ya están transitando la adolescencia. Están más altos que yo, les esta creciendo pelo, les esta cambiando la voz y salen con chicas, pero cuando escucho la canción de la Bersuit Vergarabat no puedo evitar reírme pensando en esos tres enanos desesperados por mostrarnos rápidamente miles de elementos típicamente argentinos, al ritmo del rock nacional.



La Argentinidad al Palo - Bersuit Vergarabat
Si no lo pudiste escuchar, aca está el link para ver el video

13 de octubre de 2009

Despedidas

Entro a tu consultorio una vez más. Vengo a entregar a tus pacientes sus historias clínicas.
Cada vez que vengo me pregunto si esta será la última vez que lo haga.
Miro tus cosas, estas que usabas todos los días y te veo en esta foto sonriendo, con tu última caza, no reconozco de que se trata, un búfalo? un bisonte? nunca entendí mucho esta pasión tuya de matar bichos, de colgar sus cabezas en el living y poner su piel de alfombra en el cuarto.
Un nudo se me instala en la garganta. Todo se van cubriendo de a poco con una pequeña capa de polvo. Ya nadie viene, ya nadie se atiende aquí, ya nadie trabaja ni cura enfermedades.
Todo está en el lugar exacto en que lo dejé la última vez.
Vienen algunas madres, me miran con pena, les entrego las historias clínicas de sus hijos para que busquen otro pediatra porque vos no estarás para atenderlos. Algunas me cuentan de tu paso por sus vidas, de cómo fuiste un referente para ellos, de cómo les dabas tranquilidad, de cómo te contaban sus preocupaciones y cómo los acompañabas y cuidabas. A cualquier hora lo llamábamos al Doctor y nos atendía, los médicos de ahora ya no son asi. Yo no tenía obra social ni con qué pagarle pero él me decía que no deje de traer al nene y por eso cada vez que veníamos le traíamos un dibujo o algo hecho por nosotros. Fue el único que le prestó atención a esas manchitas y gracias a eso le salvó la vida a mi hija. Lo vamos a extrañar.
Otras solo me dicen: que triste, no? Si. Es triste. Muchas lloran.
Llega la hora de irme. Miro, huelo, toco y sonrio. Me seco una lágrima que corre por mi mejilla, apago la luz y cierro la puerta, tal vez para siempre.

10 de octubre de 2009

De fútbol y de amores

El partido recién jugado de Argentina -Perú me trajo a la memoria las mejores épocas de los mundiales de fútbol. En mi casa nos juntábamos todos a mirar todos los partidos.
En busca de colaborar con la suerte del equipo cada uno de nosotros recurría a sus propias cábalas.
Si Argentina ganaba, el partido siguiente todos tenían que respetar sus lugares en el sillón. Los sobrinos debían instalarse en el piso frente a la tele en la posición exacta en que se encontraban durante el encuentro anterior. Papá se ponía la misma camisa, mi hermano o mis cuñados la misma remera de Boca o de Argentina y hasta podían llegar a peinar a mi sobrina de la misma manera. Por el contrario si perdíamos, había que recurrir de otra manera a la diosa de la fortuna. Todos rotábamos en los sillones, nadie se sentaba en el piso y buscaban otra remera u otra camisa para no enyetar el partido. La única que permanecía imperturbable por el desinterés era mamá.
Ante situaciones que no manejamos, como es un encuentro futbolístico, apelamos a diversos talismanes que nos permitan sentir que tenemos las riendas del asunto y por ello podemos influir sobre el destino.
Del mismo modo en el amor, apelamos a las cábalas, intentando controlar lo incontrolable. Se producirá la química? Me querrá? Será el indicado? Buscaremos lo mismo? Preguntas que no tienen respuesta, al menos en lo inmediato, cuando recién conocemos a alguien. Para paliar la ansiedad, nada mejor que un par de cábalas. Nunca ir a ese bar donde tuvimos una experiencia desastrosa, no acostarse en la primera cita, nunca usar esa ropa interior que te encanta pero que delataría tus intenciones, siempre usar la remera de la primera salida, solo conocer hombres a través de amigos en común, no chatear antes de salir por primera vez ni aceptarlo en facebook hasta que no conozca más de vos que lo que publicaste en la red, sonreir siete veces durante la salida y contar esa historia de tu niñez que siempre les produce ternura.
Las opciones son miles y apelamos a cada una de ellas con buscando protegernos del fracaso y la desilusión, pero seamos honestos: ¿Las cábalas, realmente sirven?
Tanto en lo futbolístico como en el amor ¿es la cábala del momento la que nos llevará a la victoria o simplemente tendremos que jugar el juego, de la mejor manera que sepamos, sabiendo que los resultados llegan para aquellos que arriesgan y ponen lo que hay que poner?

6 de octubre de 2009

Amaneciendo

Hay días en que uno se despierta sabiendo que cualquier cosa puede ocurrir. Donde este día o los subsiguientes se nos presentan como una gran incógnita. Todo puede pasar. Y es con esa tranquilidad con que afrontamos el futuro. Nos embarga ese sentimiento de triunfo, de conquista. Sabemos que nada está escrito, que somos capaces de elegir y cambiar el rumbo. Tal vez comencemos con un pequeño gesto, un pequeño cambio: Mandar un mensaje de texto, negarnos a comer un chocolate para arrancar la dieta que tanto pospusimos, decir que no o decir que si, reconocer que tenemos miedo o que necesitamos ayuda, poner en papel ese proyecto, arrancar las primeras lineas de una tesis que nos llevara a tener un título, apagar el teléfono y a veces atenderlo, mandar un mail, decir te quiero, dejarnos conquistar, empezar a ir a gimnasia, pintar, escribir, cocinar, levantarse temprano o permitirse dormir hasta cualquier hora, dejar de lado la culpa para simplemente disfrutar, aunque sea un ratito.
Hay días en que uno se despierta y siente que la vida le sonríe pero no nos damos cuenta de que simplemente somos nosotros los que nos estamos permitiendo sonreír.