20 de julio de 2011

Combatiendo el invierno

Una charla más, en un taxi más de los tantos que hemos tomado en nuestra vida, a la salida de un cumple en el que había corrido alcohol, en grandes cantidades digamos.
En esta oportunidad el tópico era el frío del invierno.
Amiga 1: Hay que conseguirse un hombre para pasar el invierno.
Amiga 2: Uy siiiiii... con este frío viene bien.
Si hubiera estado la amiga mas oscura hubiera dicho: Hay que tener siempre un palenque donde rascarse.
Mery: Por ahora yo para pasar el invierno ya saqué mi bolsa de agua caliente.
Amiga 2: No me hablés. El año pasado se me pinchó y todavía ando de duelo. No la pude renovar.
Amiga 1: Me hicieron acordar, hoy la saco y me la pongo.
Amiga 2, dirigiéndose al taxista: Podremos parar en Farmacity? Tengo una bolsa de agua caliente que comprar
Amiga 1: Ahora que cambié mi cama de una plaza por la cama grande me da frío que no caiga al costado el acolchado, esa caida que hace que la cama cierre bien.
Mery: Yo para eso, pongo al lado mío una almohada.
Silencio, miradas cómplices y acto seguido carcajada general. Nos agarró una tentación terrible, de esas que te hacen llorar de la risa.
Si, sonaba patético. Primero que reemplazo a los hombres con una bolsa de agua caliente, después que duermo acostada con una almohada, me faltó aclarar que le hago cucharita y le digo hasta mañana gordito y cantábamos bingo.
Al bajarme del taxi, mientras abría la puerta de casa, siento que a dúo las chicas me gritan: Suerte con la almohadaaaaaaaa.
¡Que lindo que es salir con mis amigas!, nunca faltan las carcajadas y nada como reírse de una misma o de la otra para irse a dormir contenta.

Para más información sobre este tipo de mujeres leer el post La Comunidad de la Bolsa

(Este post fue escrito, sin ser publicado, a comienzos de mayo de 2009, después de una de las tantas salidas invernales y es publicado hoy porque creo que el mejor homenaje que uno puede hacerle a los amigos en este día es recordar, tantos buenos momentos compartidos y por eso mirar al cielo y agradecer por haberlos encontrado )

11 de julio de 2011

Si vos estás feliz, yo estoy feliz

Me lo contás y yo, qué querés que te diga, me alegro por vos.
Si vos estás bien, yo estoy mejor.
Sería lindo que esto dure, que la cosa se encamine, que todo termine para vos con un: "... y fueron felices y comieron perdices" pero yo prefiero que te lo tomes con calma.
No, no te preocupes, no te voy a decir las clásicas frases: "ya te va a llegar", "si tiene que ser, será", "dale tiempo y verás qué pasa".
Ya sé, estamos hartas de las mujeres que con el diario del lunes te dicen qué es lo que tendrías que haber hecho para que todo funcione.
Por eso yo, en este post, no te pienso dar consejos, no te voy a decir frases hechas, ni te voy a ayudar a descubruir cuales son sus intenciones ocultas, sabés por qué?
Porque si vos estás bien, yo estoy mejor.