10 de diciembre de 2008

Orden en la sala, en el cuarto, en la cocina y en mi cabeza

Es increíble la cantidad de cosas que uno puede acumular en un año y medio de vida. Yo soy de esas que no tiran nada, quizá algún día las pueda usar en algo útil. Como si pensara que es posible que de pronto me convirtiera en una de las Chicas Express, capaz de transformar dos cintitas de colores, tres botones y un pedazo de cartón corrugado en un marco de fotos divino. Soy bastante inútil para las manualidades y ni siquiera mil horas de mirar el canal Utilísima podrán cambiarlo.

Yo soy de las mujeres que lo compran hecho y sino le pagan a alguien para que lo haga. No sirvo ni para clavar un clavo derecho. Un desastre.
Afortunadamente nací a fines del siglo XX donde no es requisito para una futura esposa saber coser, tejer y hacer muñequitos de masapán.
Habiendo reconocido mis limitaciones, descubrí que no tenía sentido tanta acumulación de cosas. Al fin y al cabo si no las utilicé durante más de un año, menos aún lo haría ahora. Me puse buena música, ropa cómoda y entré a clasificar: Lo que se tira, lo que se regala y lo que se vuelve a guardar.
Con las chicas muchas veces hemos hecho "Feria del Indigente", donde cada una lleva lo que no usa de ropa. Lo que realmente es imponible, porque paso de moda o porque ya está estirado, decolorado y con bolitas de lo que lo gastamos, se separa y se dona a alguna iglesia de la zona. El resto que está compuesto por lo que no nos animamos a usar porque eran demasiado canchero, demasiado de moda, demasiado lindo, o porque lo compramos influenciadas por los halagos de una diestra vendedora o tal vez porque no nos terminó de gustar cómo nos quedó, se reparte entre las presentes en cantidades iguales. Conclusión todas nos vamos con una bolsita entre las manos, contentas porque tenemos cosas "nuevas" en nuestro ropero, que ya había quedado medio vacío al sacar lo que aportamos para la Feria del Indigente.
Cada vez que empieza una nueva temporada me pregunto: Que usaba el año pasado en esta época??? Por Dios! con esta ropa no entiendo como me animaba a salir a la esquina. Es así que empiezo a mirar vidrieras con mayor cariño y calculando el modo en que lograré que mi sueldo alcance para verme como Valeria Maza, sabiendo que tengo el cuerpo mas parecido al de Gladys Florimonti.
Dicen que el orden exterior es un signo del orden interior. Un día de orden podrá entonces reemplazar diez sesiones de terapia o será algo complementario? La enorme cantidad de cambios emocionales de mis últimos días, serán culpa del estancamiento de energía y del desorden de mi estante de suéters y remeras? Supongo que al terminar de acomodar tendré la respuesta


(Aclaración: La imagen de este post es del blog http://annallenas.wordpress.com/2007/04/11/mis-cuadros/)

10 comentarios:

Florcita dijo...

jajajjaja!!!, genial, genial!
Primero, me encantó la idea de la feria indigente... la podré en práctica!!!, es perfecta.
Y segundo... es posible eso del orden contra el desorden... mirá vos, a mi me pasa lo contrario, cuando mejor estoy, desordeno, es como una liberación para alguien como yo, ordenada de nacimiento pero no obsesiva... jejeje!
Y pensá en lo bueno de esto... con el ahorro de las 20 sesiones de psico, te vas de compras!!! y renovás el armario para el 2009 y nunca olvides: "Vos, siempre reina"

Besos y sonrisas,

Florcita.

Minerva dijo...

aajajajajajjajajajaja muy identificada!!! yo también cada temporada que comienza me pregunto “qué usaba el año pasado???” protestando al mismo tiempo porque “no tengo nada que ponerme” (argumento que cualquier hombre refutaría al ver mi placard).

Me canso muy rapido de la ropa y vivo regalando, asi que cuando hagas otra feria del indigente, give me a call!

Anónimo dijo...

Uffff mery como te entiendo! yo también soy de las que no tiro nunca nada y además acumulo chucherías por valor sentimental y además no soy de las que ordenan su casa todos los días! Sino un par de veces por semana alcanza! je! pero tuve que aprender a deshacerme de todo lo que realmente no uso y tirar lo que tenía viejo y no le doy uso ya hace varios años, cuando me tuve que ir a vivir a Praga! Decidiendo qué llevar, qué ropa uso más y encima de la cantidad que tenía se me hacía imposible elegir con facilidad! Así que opte por directamente separar lo que ya ni uso, eso regalarlo a familiares amigas y a una parroquia para el que realmente lo necesita! y el resto empezar a elegir qué uso más y qué menos! y por el traslado de las cosas no podía pasarme de cierto peso por el sobrecarga! tuve que ser tajante y determinada con lo que me llevaba! Lamentablemente era de esperarse, tuve sobrecarga pero, con mis encantos pude disuadir al chico del check in, ni siquiera tuve que pedirselo, je! y no me cobró sobrecarga! Ahora estoy en Barcelona, habrá que esperar a ver de llegar a praga a ver si me cobran! :) El tema que a la fuerza no me quedó otra que deshacerme de todas las chucherías y ropa sin usar! por suerte soy de las que se pueden desprender de las cosas facilmente!
besoss
La del amor checo que se fue a vivir a Praga!

Sole :) dijo...

Si el orden exterior es un signo de orden interior ESTOY PERDIDA! mi casa es un caos
Por mas que lo acomode y quede todo divine. a los diez minutos necesito ese papelito que para sacarlo tengo que mover todo y bue.... caos again!

Impresiones de una chica despistada dijo...

te felicito, hay qe hacer algo por uno y ayudar a otro qe lo necesite tb, celebro tu accion!

besos

Anónimo dijo...

Este blog cada dia se pone mas aburrido.

Blonda dijo...

Dicen que el orden y desorden del lugar en el que vivimos tiene mucho que ver con cómo estamos. Ahora vengo más encaminada, y con las cosas un poco más claras en la cabeza, se me dio por tener todo impecable: hasta las remeras acomodadas por color, y en degradé!!!
Creo que no reemplaza a la terapia pero la complementa bastante bien.

besotes!!! =)

Edito-e dijo...

Me encantó! jajajaja...Yo siempre he sido malísima para montar NADA, pero desde que me independicé no me quedó más remedio que hacerme amiga del manual de instrucciones de IKEA, Oh dios mio!!! que sopor...que de vueltas le daba a todo, y al final..siempre de pie, con dos o tres tornillos de menos..pero siempre de pie. Lo del rastrillo es una idea a globalizar..un besazo, me encantó tu blog Mery! (perdona que te llame mal en el anterior comentario)

Mery Swanson dijo...

Floricita: me encanto: "Vos siempre Reina" Será mi frase para justifiacar unos cuantos gastos injustificables!!!

Minerva que nadie abra mi ropero porque se les cae encimaaaa!! Podríamos hacer una feria de navidad indigente, ahora que todo es navideño y encontrar ahi el regalo para nuestras madres, hermanas, madrinas, tias, amigas... y todo por cero pesitos!!!

Alessandra no sé como pudiste despojarte de todoooooo y eso que doy fe que era muuuuucho!!!! Un alegron amiga reencontrarte por aca!!!

Soleaspe: quiza en tu caso la relación sea inversa... cuanto mas desorden más paz. Se aplicara la regla de un modo distinto en cada una?

Blonda voy a tratar de copiarte, aunque la verdad me conformo con que solo esten apiladas las remeras, ya al orden en degradé no creo que llegue!!!

Eli: Eso es lo bueno de independizarse, uno aprende a hacer de todo y te crees Mc Guiver solo por haber instalado un aplique de luz con un alambre y dos clavitos.

Maiti dijo...

Como te entiendo Mery!!! Mi depto entre q es chico y tiene poco espacio para guardar cosas, cada silla sirve de apoyo para ropa, libros, etc, etc, etc...
Algun dia de lluvia encarare la situacion y a despojarme de lo mas posible! Sera una buena terapia!

besos,