5 de abril de 2009

Quiero otro casamiento!!!

Hay pocas cosas que me diviertan tanto como el casamiento de una amiga. Nunca, jamás me aburri en uno.
El casamiento de una amiga empieza cuando anuncia que tiene fecha. Desde ahí comienzan los preparativos que seguimos bien de cerca. Han habido unas cuantas que de tanto preguntar que novedades nos prohibieron hablar de casamiento en su presencia.
Cuando se acerca el día señalado empieza la odisea: ¿Que me pongooooooo? No es fácil. Ninguna de nosotras tiene un sueldo tan abultado que permita la compra de un vestido por casamiento por lo que hay que volver a usar uno que teníamos o pedir prestado algo. El problema acá es que no podemos repetir vestidos con la misma gente, aunque seamos honestas, ninguna de nosotras se acuerda qué usó la otra con anterioridad. Una vez ubicado el vestido o conjunto a utilizar se deben conseguir los accesorios que combinen, sacar turno en la peluquería o conseguir alguien que nos dé una mano con el peinado. Llegada la fecha tres horas antes comienza el recauchute: Pelo, maquillaje, vestido, cartera, aros, perfume, chal o tapadito. Nada puede faltar
La ceremonia por iglesia siempre es emocionante. Yo soy de lágrima difícil pero se sabe de más de una que moquea ante el sí acepto de los novios. Son marido y mujer. Aplausos. Saluden rápido que tenemos hambre.
Llegamos al salón. Buscamos algo para tomar así vamos arrancando y después nos ubicamos estratégicamente donde salen las bandejitas con canapés. El coctail es el momento ideal para socializar, para reencontrarse con gente conocida y para fichar posibles candidatos. Cuando los novios ingresan al salón se arma un pogo generalizado para darles la bienvenida. Ahora si. Ya podemos devorar el lomo con papas de nosequé, que al fin y al cabo siempre es papa hervida.
Una vez concluido el postre llega el vals y luego la música a la que yo llamo de viejos, donde te ponen esos temas antiguos como New York, New York o W.M.C.A mientras todos hacen el pasito. Finalmente, después de los postres, el lanzamiento del ramo y el brindis de los novios, comienza la música más divertida, puro cachengue, pura cumbia y reggetón. A esta altura de la noche para las mujeres ya es imposible soportar los tacos y pasamos a unas ojotas o unas zapatillas que llevamos en una bolsita, porque en las carteritas diminutas de fiesta nunca entran.
En esta etapa nunca falta el cotillón que le suma el toque de color y desprolijidad a la noche. Tampoco faltan el tío vejete que trata de levantarse a las amiguitas de la novia, las amiga de la novia haciendo todas las coreos que se aprendieron de tanto ir a bailar todas con una peluca y un gorro de bufón en la cabeza, los amigos del novio haciendo lo posible por ir para abajo cuando el meneaito lo pide. Y yo por supuesto, que no paro de saltar y hacer pasitos como una descontrolada, que en más de una ocasión me han llevado a terminar con los pies totalmente machucados.
A medida que los presentes se van retirando, vuelven los mozos con la pizza o el sangüichito de lomo de fin de fiesta. En el momento justo en que uno se da cuenta de que se comería un búfalo nos rescatan de la inanición pero no de la borrachera.
No importa cuando ni como han sido los casamientos de mis amigas y mis hermanos, siempre pero siempre me han hecho creer más en que el amor es posible y que con buena música, mucho alcohol y algo de comida vale la pena celebrar ese amor.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

VIVA LOS NOVIOS jejej.
yo estoy deseando que alguna amiga mia se case. :D

Angie dijo...

Si, yo no soy muy partidaria del casmiento, pero los casamientos me pueden. cuando se casaron mis amigas, y mis primos, siempre en algun momento de la noche vuelvo a creer en el amor.
despues se va ese sentimiento, pero en el fondo, soy creyente en el amor. (toda una romanticona)

killer queen dijo...

Muero por ir a un casamiento! pero ninguno de mis amigos o hermanas está ni cerca de casarce!:(

Pablo dijo...

Yo quiero que el mio sea inolvidable. SI, ya se, soy una nena.

El Tano dijo...

La verdad que los casamientos, cuando son de amigos, son buenísimos. Y por experiencia propia, el casamiento de uno es inolvidable (más allá que sea con mucha guita o poca guita).
Igualmente... es una experiencia por la que no creo querer volver a pasar!!!

PD: por las despedidas de soltero si...

Unknown dijo...

Así son las bodas. Ya nos tocará, ¿no?, a menos que hagamos votos de castidad.

yo dijo...

si, fiesta fiesta!
Hasta ahora tuve 1 solo casamiento de una amiga pero sé que este año vienen varios.

saludos!:)