tengo la cabeza llena de palabras
pero no de las que me gustan
sino de las otras
me exprimen las neuronas
martillean sobre mis orejas
me apuntan con su dedo acusado
parecen saber todo lo que debería hacer y no estoy haciendo
chillan para que hable para que deje de callar
no toman en cuenta mi corazón
sino lo que creen que son mis mejores intereses
sostienen que poseen la verdad
y que me sarandean
pretenden despertarme
no tienen piedad
no saben esperar el momento adecuado
me tiran con fuerza a la cara toda la verdad de mi debilidad
a estas no se las permito decir ni a mi peor enemigo
gritan
patalean
critican
insultan
entonces entre tanto bla bla
paro un segundo
y las miro con cariño
buscan cuidarme me digo
cuidame de otra forma les digo
y mágicamente ellas callan
2 comentarios:
A veces hay que hacerle caso a esas palabras aunque no concuerden con las del corazón.
Sostengo que no hay palabras más sabias que las que dice el corazón.
Él es el único que nos conoce.
Siempre.
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