Sexo. Tema controvertido y del que ciertamente no debería escribir.
Piensen en esta imagen: colegio de monjas, familia muy conservadora, sociedad machista. En fin. La sexualidad siempre estuvo relacionada para mi con cosas negativas. A los 12 años ya sabíamos que no debíamos tomar helado frente a los chicos porque los calentaba vernos deglutir inocentemente ese dulce (nunca supimos si esto es un mito que circulaba por el colegio o realmente alguna monja nos dijo esto). Una época de mi vida decidí negar completamente esa dimensión, porque era mala y porque no sabía como manejarlo. Varios años más tarde y con un largo camino recorrido, creo que he cambiado.
Los hombres sostienen que las mujeres debemos ser una puta en la cama y una lady en sociedad. Mucho nos han enseñado sobre esto último. Aprendemos a hacer escarpines y manualidades en el colegio (que a mi nunca me salieron), aprendemos a cocinar, a ganar plata, a ser totalmente maternales, a planchar y lavar, a llevar adelante una conversación inteligente y a cuidar nuestra apariencia ya que una dama nunca debe estar con el pelo sucio o las uñas descuidadas. Somos el paradigma de la Lady Argentina. Pero nadie nos enseña a ser una puta en la cama. Eso lo hacemos como podemos, siempre y cuando el acompañante también colabore en la enseñanza. También nos autocapacitamos: leemos Cosmo, charlamos con nuestras amigas del tema aunque cueste bastante abrirse y preguntar, miramos a Alessandra y Sex & The City y escuchamos a Maju Lozano esperando encontrar la clave del éxito entre las sábanas. Pero no es fácil. Requiere una gran seguridad en una misma y también confianza en el otro.
Hay que ser una puta en la cama y una lady en sociedad. Es decir hay que serlo todo. Pero para demostrar que una puede ser todo lo que el hombre necesita hay varias reglas a seguir, que no siempre podemos cumplir: No te acuestes con un hombre en la primera cita. No demuestres de entrada cuanto te gusta el sexo porque te encasillarán como la mujer con la que sólo tendrán sexo. No tardes demasiado en tener sexo con un hombre porque se cansará de esperarte y se buscará a otra con quien hacerlo. Debemos ser lo suficientemente sexies como para que quieran estar con nosotras pero a la vez debemos ser lo suficientemente damas como para que nos quieran presentar a toda la parentela. Como siempre descubro que lo importante es encontrar el equilibrio y esto es lo complicado.
Así que, amiga, si recién te iniciás en este campo o si ya venis transitando este camino hace rato, solo puedo recomendarte que la pases lo mejor posible, que te diviertas, que te relajes y que seas quien sos. No dejes que todo lo que nos inculcaron te juegue en contra. Es necesario que te conozcas y sepas que querés, cuáles son tus límites y seas fiel a lo que realmente sentís. Todas las otras presiones se irán resolviendo con el tiempo. Eso si, cuidate, porque cuidarse es quererse.
1 comentario:
a la mierda los estereotipos amiga. Mejor antes q lady puto o monja ser mujer. y disfrutarlo
lindo blog
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