
Se te nota en la cara. Cada vez que suena el mensajito de texto dejás todo lo que estás haciendo y salís corriendo a ver si es él que solo te dice Hola. Y no. Es tu vieja, tu compañera del laburo, tu primo, tu chongo de siempre y hasta te llegan mensajes de Movistar para que recargues $ 15 a tu cuenta y te regalen 1000 mensajes de texto que nunca vas a usar. Y te da odio. Te llegan de todos menos de él.
Te conozco. Ni se te ocurra cambiar el rington asociado a su celular, poniendo alguna canción empalagosa de Luismi o de Chayanne solo para saber de ante mano si debés alegrarte o no por recibir un mensaje. Te lo prohibo. Conservá un poco de dignidad.
Bajá la ansiedad. Comete un kilo de helado si hace falta, pero no chequees más si el último mensajito que le escribiste dice enviado ok o cuantas lineas de batería te queda o si tenés crédito para contestarle lo que todavía no te preguntó.
Ya sé que hoy te olvidaste tu celu cuando saliste de tu casa y tuviste que bajarte del bondi para volver corriendo a buscarlo, no vaya a ser cosa que justo se decida a aparecer y piense que vos no estás más interesada y deje de escribirte para siempre. Esas cosas no pasan.
No. No es la solución. Darle tu MSN si te pidió el teléfono es muy infantil. Además te apuesto lo que quieras que te hubieran agarrado las mismas ansiedades del chateo, así que no cambia nada.
Lo que tenés que hacer es conseguirte una vida, buscarte un hobbie, encontrar un nuevo trabajo, lo que quieras. Pero por favor ocupá tu cabeza y tu tiempo en algo productivo porque aunque quieras jamás de los jamases podrás conseguir que el mensaje que querés de quien querés te llegue justo en el momento que vos querés.