22 de septiembre de 2009

Tu espacio, tu ausencia

Las despedidas siempre son difíciles.
Algunas ausencias nunca pueden superarse.
El espacio vacío que dejan nadie podrá llenarlo.
Hay lugares que nos recuerdan a ellos, frases, olores, ambientes, temas.
Este sillón por ejemplo, donde estoy sentada mientras escribo este post.
En este silloncito mil veces me miraste, mil veces te vi, mil veces me dijiste que me porte bien, que tenias un chupetín para regalarme, que tomara el jarabe que mamá me iba a comprar, que no toque tu colección de lechuzas ni las miles de chucherías que tenías en tus estantes junto con tus libros de medicina pediátrica. En este mismo silloncito, este último tiempo, te sentabas cada vez que nos encontrábamos para planificar el libro que escribiríamos juntos, vos me contabas la historia familiar, me mostrabas fotos viejas, de esas impresas en cartón, con familiares que nos miraban fijo vestidos con ropas de época que hoy resultan graciosas; me contabas sobre tus andanzas de joven, sobre partos realizados de urgencia en el medio del campo o sobre tías locas que llenaban tu casa de niño.
Recorro tu consultorio y aunque no estás no me puedo imaginar que sea de nadie más. Tus títulos en la pared, tu balanza de bebés, las vitrinas llenas de remedios y la sala de espera con olor a madera, repleta de cuadros de todos los tiempos.
Recorro tu espacio y me pongo triste, pero a la vez cuando me voy estoy en paz.
Nos conocimos, nos disfrutamos y nos acompañamos.
Después de todo de eso se trata ser familia, no?

5 comentarios:

Zeb dijo...

Ese vacío, se va llenando de recuerdos como los que vos escribiste hoy. No, no se llena con nada ni con nadie...está, pero uno aprende a vivir con eso. Lo digo por experiencia.

Besos

p. Yulep Rikschîjin *live* dijo...

lastimas y nuevas perspectivas.
Pareces un tipo con sentido practico ademas ¿no?
Besos

Robi dijo...

Nadie llena esos espacios.. pero las cosas buenas que vivistes nadie te las saca! Quedate con los mejores recuerdos!!!

Besotesssss

Blonda dijo...

Qué hermoso lo que escribiste! Recordé a cada uno de esos afectos que ya no están...Si uno pudiera prolongar los momentos con esos seres que no van a poder acompañarnos toda la vida, qué lindo sería no?

Gracias por tan lindas palabras.

Beso grande

Ale dijo...

Lo que queda es el recuerdo, y poder recordar con alegía (aunque se nos filtre la tristeza) es siempre un alivio, de saber que el tiempo que pasaron juntos no lo despilfarraron :)