13 de octubre de 2009

Despedidas

Entro a tu consultorio una vez más. Vengo a entregar a tus pacientes sus historias clínicas.
Cada vez que vengo me pregunto si esta será la última vez que lo haga.
Miro tus cosas, estas que usabas todos los días y te veo en esta foto sonriendo, con tu última caza, no reconozco de que se trata, un búfalo? un bisonte? nunca entendí mucho esta pasión tuya de matar bichos, de colgar sus cabezas en el living y poner su piel de alfombra en el cuarto.
Un nudo se me instala en la garganta. Todo se van cubriendo de a poco con una pequeña capa de polvo. Ya nadie viene, ya nadie se atiende aquí, ya nadie trabaja ni cura enfermedades.
Todo está en el lugar exacto en que lo dejé la última vez.
Vienen algunas madres, me miran con pena, les entrego las historias clínicas de sus hijos para que busquen otro pediatra porque vos no estarás para atenderlos. Algunas me cuentan de tu paso por sus vidas, de cómo fuiste un referente para ellos, de cómo les dabas tranquilidad, de cómo te contaban sus preocupaciones y cómo los acompañabas y cuidabas. A cualquier hora lo llamábamos al Doctor y nos atendía, los médicos de ahora ya no son asi. Yo no tenía obra social ni con qué pagarle pero él me decía que no deje de traer al nene y por eso cada vez que veníamos le traíamos un dibujo o algo hecho por nosotros. Fue el único que le prestó atención a esas manchitas y gracias a eso le salvó la vida a mi hija. Lo vamos a extrañar.
Otras solo me dicen: que triste, no? Si. Es triste. Muchas lloran.
Llega la hora de irme. Miro, huelo, toco y sonrio. Me seco una lágrima que corre por mi mejilla, apago la luz y cierro la puerta, tal vez para siempre.

5 comentarios:

Damian3883 dijo...

Mery, la verdad es que hace bocha que no entro, asi que no estoy muy al tanto, imagino por lo que estaras pasando, y la verdad es que no se que decirte sin caer en las tipicas frases hechas, las cuales me parecen repulsivas y vacías.

Me conmovió lo que escribiste y quiero que sepas que entiendo tu dolor, la vida es asi, con lo bueno, con lo malo y con un fin, que a todos, mas tarde o mas temprano, nos toca. Espero que puedas aferrarte a los bueno momentos, que son los que merecen ser recordados, los que nos sacan algunas lagrimas, al principio, y con pleno derecho, de dolor, pero despues, un poco con el tiempo y un poco con algo de madurez, las lagrimas son de alegría; mas alla de cualquier fin.

Te mando un abrazo y espero que te mejores

Damian

Greta * dijo...

no te conozco, apenas te espío cada tanto a través de este rincón. pero debés ser muy fuerte. tenés que serlo, para poder entrar de vuelta a esos lugares y dejar que los recuerdos se coman la fina capa de polvo sobre las cosas.
hay que ser fuerte para dejar que caigan las lágrimas que tengan que caer y después secarlas, siempre sonriendo.

yo no creo que estas cosas se superen ni mucho menos que se olviden. creo que uno aprende a vivir con las ausencias y con ese pedacito de los seres que partieron que queda vivo dentro de uno.

un abrazo fuerte, mery.

Diego dijo...

Que bueno lo que escribiste...
Un merecido homenaje entonces.
Seguro lo habra leido en algun lugar.
Saludos

Zeb dijo...

No te imaginás cuánto te entiendo.

Hace 3 años falleció mi viejo, médico también. Ir al consultorio, sacar las cosas. Los pacientes que llamaban para pedir turno y cuando les contábamos se ponían a llorar en el teléfono. Frases como "el fue como un padre para mí" en medio de lágrimas y congoja se repetían 1 o 2 veces por semana. Así durante los primeros meses.

Y todavía pasa, que alguno llama a casa, algún paciente viejo, que todavía no estaba al tanto. Y cuando les decís lo que pasó, también, lloran su muerte.

Y uno se emociona, a mí, por lo menos me pasa eso. Más allá de la tristeza, más allá de las lágrimas, sonrío al ver lo que mi viejo dejó en cada uno de sus pacientes, en cada persona que se cruzó por su camino. Y otra vez, encuentro en él un ejemplo a seguir.

Mucha fuerza! Creeme que se por lo que estás pasando.

Un beso

Mery Swanson dijo...

Gracias, gracias, gracias, gracias... de verdad. Gracias por sus palabras!!!!
Besotes!