11 de enero de 2010

Vacaciones todo el año

Hay cosas que me recuerdan la sensación de estar de vacaciones. Este calorcito o calorón, depende el día, colabora para que las cosas más simples me traigan a la memoria el placer de no tener nada que hacer en época vacacional.

Una cerveza muy fría en una terraza, me recuerda algún viaje a Brasil con las chicas.
Acarrear por Buenos Aires una valija, el ruido de sus rueditas sobre la vereda, la lucha por subirla al cordón, me hace pensar en la cantidad de kilómetros recorridos en el último viaje, en ese apuro por llegar a la estación porque se va el tren o las ganas simplemente de llegar porque no aguanto más tirar de mi valija extra pesada, que estaba apunto de dislocarme el hombro.
Las tormentas de verano, donde refresca pero hace calor. Eso siempre me hace acordar a los veranos en la playa con mi familia. Cuando se levantaba ese vientito que venía del mar y nos hacía abrigar, mientras el cielo se ponía negro. Mamá empezaba a levantar todos los bártulos al grito de: Se viene el agua! Clara señal de que debíamos salir rajando para el barcito de la playa antes de que caiga el aguacero.
Ir a hacer las compras en el auto, con la bikini puesta sobre un vestidito y en ojotas, escuchando alguna canción que redescubrimos y que todas cantamos a los gritos, con esa sensación de que no hay apuro y que tenemos todo el tiempo del mundo para divertirnos.
Odiar el sol. Aunque amamos estar quemadas, después de unas cuantas horas y unos cuantos días de calcinarnos bajo sus rayos, lo único que queremos es refugiarnos bajo una sombrilla, un toldo o una galería.
Jugar a las cartas. La podrida, el monstruo, el jodete, la carioca. Infaltables, no importa si son vacaciones en familia o con las chicas.

Estoy en Buenos Aires, trabajando, estudiando, pero por suerte hay pequeñas cosas que por momentos me transportan y me hacen sentir que gracias a esos recuerdos, las vacaciones eternas son posibles.

6 comentarios:

Mia dijo...

uy Mery a mi me pasa lo mismo con el sol y las tormentas.
Ayer que se largo lindo a la tarde miraba por la ventana y me acordada de la playa y sus aguaceros... que lindos recuerdos!!

besitos

Mariana dijo...

Y es el disfrute que tenemos quienes nos quedamos en la ciudad a trabajar, estudiar; y aguardar la llegada de nuestras vacaciones... (que por mi parte deberé esperar hasta abril).

Lindos recuerdos... a mi las tardes lluviosas de calor me hacen acordar a mi infancia...

Igual extraño tener el tiempo del mundo para hacer nada todo el día.. los día de colonia, los campamentos...

Beso.

Robi dijo...

Que lindos recuerdos y ctos viajes vividos!!! Tuvimos la suerte de siempre tener las merecidas vacaciones! Aunq tengamos que trabajar el verano tiene esos dias largos que el invierno no te da.. es un placer volver a casa y ver que todavia la luz del dia sigue x un laaargo rato dnd podes disfrutar de un buen asado o de tu cervecita en el balcon!

Besossss

Anoia dijo...

Ay por favor! Que lindo tener pensamientos tan optimistas!!! Yo lo primero que pienso es "la puta madre, la vida es injusta, estoy trabajando como una condenada mientras mis amigas se están rascando a morir, tendría que renunciar e irme con ellas"... Y ahí viene una cadena de delirios que desemboca en "no, me quedo re pobre, mejor laburo antes que me echen.
Y así...

Anónimo dijo...

Si seguis escribiendo notas bobas , los comentarios van a seguir siendo bobos.
Como te dije en la anterior nota si queres te ayudo o te tiro ideas para escribir notas un poco mas interesantes
besos
las quiero

Alessandra la de las PP dijo...

Ayyyy que recuerdosss esa fotoo!! quién la habrá sacado no?? jejeje.. :)
sisi totalmente esos recuerdos incomparables de momentos increíbles compartidos... y el calorcito que ahora lo valoro tanto y ese sentimiento de sentir el calor del sol en la cara... impagable...
pero en pocos días volveré a sentir ese calorcito en la cara y en mi alma volviendo a mi lugar y visitando por un tiempito a mi lugar y a mi gente!
Amigasss... nos vemos en pocos días
desde praga
Las quiero mucho!