Boicot a la razon

Hace tiempo que descubrí que cuando estoy pasando una etapa complicada tiendo a boicotearme a mi misma. En las épocas difíciles tiendo a buscar mantener todo bajo control y cuando creo que lo estoy consiguiendo, que las cosas van a ser como yo las planeo, que finalmente estoy abandonando el mundo del pánico para entrar al mundo de la acción, pasa algo que me tira para atrás.
Dicen que uno de los modos en que se expresa el inconsciente es a través de los olvidos. Esos actos fallidos que hablan de lo que realmente nos está pasando y que a veces se nos escapa a nosotros mismos. Soy famosa entre mis amigas por algunos olvidos memorables, como por ejemplo cuando falté al civil de la primera de las chicas que se casaba o cuando me olvidé en un locutorio el vestido que yo iba a usar en el casamiento de una de mis hermanas. Hubo una época en la que mi tema eran las llaves. Mi familia ya no me bancaba mas. Tener que bajarme a abrir era una molestia para todos. Así, ante los olvidos más terribles y los otros vinculados con las nimiedades de todos los días, pasaba por una etapa de culpa horrible y ante las gastadas de todos mis conocidos terminaba aceptando que soy así, una colgada, es mi personalidad, no lo hice a propósito, mejor reírme de la situación que llorar las penas por la culpa.
Ahora creo que no soy así. No soy una colgada de la vida, aunque nunca pude sacarme esa fama. Me importa mucho la gente que quiero y odio perderme sus cosas y odio perder mis cosas.
Boicot. Estoy en eso. No importa si tengo claro que es lo que lo está originando. No lo puedo evitar. Ahora me pasa con la facultad, quiero y no quiero terminar y que hago? pongo el despertador para madrugar para estudiar y no lo prendo!!! Acaso soy idiota???? Creo que no. Simplemente no puedo tener todo bajo control. Bastante tengo con manejar mi mundo consciente como para amargarme con mi mundo inconsciente. Creo que lo mejor es no condenar el síntoma, porque mis olvidos son solo eso, el síntoma de otra cosa que me está pasando. Lo mejor es la aceptación y buscar hacer foco en el problema real, en la inseguridad y el miedo o el estrés que me está complicando la existencia. De mis síntomas ahora ya me río porque por algún lado se me tenían que escapar la tortuga.