27 de enero de 2008

El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos...

Son muchos los signos que descubrimos del paso del tiempo. Medimos la vida de acuerdo con sus cambios. El paso del tiempo nos pega fuerte cuando sentimos que todos avanzan y nosotros estamos en el mismo lugar desde hace mucho tiempo. Una hermana se casa, una amiga tiene un hijo o encuentra un gran amor, otra es ascendida en el trabajo o se recibe en la facultad. Lo primero que hacemos es alegrarnos por ella, realmente la queremos y nos encanta ver que es feliz. Mas tarde o mas temprano terminamos aunque sea de modo inconsciente comparando sus avances con nuestra propia vida. Cómo resolvamos ese dilema determinará como nos sintamos con todo eso. Podemos ver los cambios que vive la otra como algo que le pasa a ella, que quizá en algún momento nos gustaría vivir aunque este no sea el nuestro o podemos meternos en el pantano de la comparación en el que mas nos enterramos cuanto más nos comparemos.
A veces miramos lo que le pasa a la otra como si fuera lo ideal y no vemos que cada etapa tiene sus propias dificultades, sus propios desafíos, su propia rutina, sus cosas buenas y malas.
El único modo en que aprovecharemos el paso del tiempo es si somos capaces de disfrutar al máximo la etapa que nos toca vivir, sin perder de vista nuestras grandes metas, trabajando para alcanzarlas con la seguridad de que todo llega para aquel que se esfuerza por conseguir lo que quiere.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mery muy bueno!
y es tal cual, en la vida cada uno tiene sus tiempos, a algunos algunas cosas llegan antes, otras despues, solo hay que vivir el dia a dia y tener paciencia q todo lo q anehlamos con nuestro corazon se va a dar en el momento justo!
beso!
Clari Obarrio