Decir que no, muchas veces cuesta. No queremos lastimar al otro y estiramos al máximo el temido no gracias, por esta vez paso. Solo dos letras que dichas a tiempo nos ahorrarían tanto.
Érase una vez, hace un tiempo atrás, en un país lejano de Sudamérica, una chica de vacaciones con amigas conoció un muchacho en un supermercado. Se chocaron, ella dijo “chiscúlpa”, él rió. No era brasileño, por lo que no hacía falta hablar en portuñol. Ella sonrió porque le hacía acordar al ex novio su amiga la peque. Cada uno siguió su camino, pero ese encuentro había dejado su huella en el hombre y por la noche, decidió encontrarla. Esto no fue difícil ya que en esa isla pequeña del atlántico no había otro lugar donde ir. En la playa nº 2, rodeados de coloridos puestitos de tragos, se cruzaron nuevamente. Conversaron, rieron. Él pensó: "Hoy se me da", mientras la muchacha buscaba con la mirada a sus amigas, pensando en un bombón que había fichado en la playa por la mañana, pero como muchas veces que necesitaba ser rescatada no las veía por ningún lado.
Este pobre individuo, que desconocía la imposibilidad de ella de rechazar ciertas atenciones le propuso una caminata por la playa. Era verano, brasil, noche, calor, salir a bailar en patas, las olas y el viento, sucundum. En fin, el contexto romántico perfecto. Ante la propuesta la niña en cuestión lo miró y pensó: NO (con mayúsculas, porque realmente no había chances de nada romántico entre ellos) pero su cerebro no emitió la orden indicada y se descubrió diciéndole al dobledelexdelaotra: "Bueno, dale, vamos". De pronto sin saber cómo ella se encontró caminando por la orilla, de la mano con alguien que ni siquiera le gustaba, pensando por qué no dije que No, mientras buscaba el modo elegante de volver a la seguridad de los puestitos de caipiriñas. Lejos de saber lo que pasaba por su mente, él viendo que ella se estaba mojando su pollera con el ir y venir de las olas que los alcanzaban, decidió caballerosamente protegerla y al mejor estilo Kevin Costner en El Guardaespalda salió al rescate y la tomó en sus brazos. La cosa iba de mal en peor.
¿Como termina la historia se preguntarán?. Él la depositó sobre una roca, alejada de la orilla para “conversar”, mientras con cada palabra buscaba la excusa para acercarse un poco más. Así fue, que al momento en que él la abrazó y se acercó, ella pensó se viene el beso, huyamos! Y dijo: "¿Volvemos?" La confusión en la mirada del candidato y la desilusión que se dibujó en su rostro, generó en la mujer un gran sentimiento de culpa y de pena: "Si tan solo hubiera dicho que no de entrada..."
Decir que no cuesta y mucho. Cuantas veces hemos dado el teléfono en el boliche pensando: voy a tener que filtrar todas las llamadas que provengan de numero desconocido. Cuantas veces hemos aceptado salir con alguien, para después rompernos la cabeza pensando una excusa para no asistir. Cuantas veces hemos dado un beso, buscando por todos los medios poner un poco de distancia para que no se repita. Cuantas veces pensamos: "¿Que estoy haciendo? ¿Quien me manda a mi a meterme en esta situación?" Miles.
Nos ahorraríamos tanto diciendo a tiempo un simple NO. Seamos conscientes que un SI ahora será luego un NO mucho más complejo.
4 comentarios:
Hola! Primero q nada, me encantó tu blog...llegué por medio del blog de "Escribir escribimos todos..."jejeje. Y sí, cómo no entender? Hace poco me pasó algo con mi novio [MUY vergonzoso, por cierto] por culpa de no decir "NO"...simplemente "NO", dos letras insignificantes [a menos q estén juntas y en ese orden] q me podrían haber salvado de un bochorno... De los errores se aprende, x suerte...
Mucha suerte con el blog, seguí así!
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mmmm que intriga... que habra pasado con tu novio??
Je, te imaginarás si te digo q es algo en lo q él tiene experiencia y yo no... Igual, creo q agradezco el q haya salido mal... Saludos, seguí así con el blog!
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Cuantas veces pensamos: "¿Que estoy haciendo? ¿Quien me manda a mi a meterme en esta situación?" Miles.
Es verdad, es mas, ahora me encuentro en esa situacion.
Estoy de novia, me vi con mi ex dos veces, y kiere qe nos volvamos a ver, y no me sale decirle qe no, entonces vengo excusandome, postergando todo, hasta q finalmente o vaya o diga qe no q es lo mas seguro..
Mientras tanto, cuando fui, pense lo mismo, ¿qe estoy haciendo? ¿quien me mando a meterme en esta situacion?
saludos
muy bueno el blog !
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