19 de enero de 2008

Esas cosas que no pueden faltar en un karaoke

- La amiga caradura que arranca sobria a intentar cantar solo porque le pone garra.
- La competencia de canto entre varones y mujeres.
- El que con el tiempo agarra confianza y después no quiere largar el micrófono.
- La que es cantante profesional y como si no costara nada entona y llega a esas notas imposibles y que lo único que provoca es el odio del resto de los presentes, solo de envidia.
- El que jura que canta igual que Soda Stereo o Andrea Bochelli y por ese mismo motivo decide hacer todas las segundas voces que ni siquiera al cantante original se le habían ocurrido.
- Los alaridos desaforados de las chicas mientras cantan A quien le importa de Thalía, Nada de esto fue un error de Coti o Fuiste de Gilda.
- La aspirante a cantante que mientras le piden que haga un solo se niega, pero no pierde el tiempo y le quita el micrófono al último intérprete. La humildad ante todo, por eso se niega de palabra, pero busca el micrófono, no vaya a ser que la gente se arrepienta del pedido.
- Las mil caras y gesticulaciones que realizamos al ponernos en la piel de nuestros ídolos, porque cantamos con sentimiento, no importa si es Dady Yankee, Nestor en Bloque, Diego Torres o Julieta Venegas.
- La que canta pero se copa tanto que se olvida del micrófono y le canta al aire, por lo que le ahorra al público soportar sus desafinadas.
- El listado de clásicos que habían caído en el olvido y son recuperados gracias a la falta de renovación de la empresa de karaoke: A veces de Mambrú, Vete y pega la vuelta de Pimpinela, La guitarra de Los Auténticos Decadentes, Batido de Coco de un desconocido, No culpes a a la noche de Luismi.
- La falta de coordinación de los cantantes a quienes se les hace imposible unir la música que suena con las letras que van cambiando de color a modo de guía.

Más allá de la onda que tenga el Karaoke, que dependerá mucho de la pericia del animador y de las pilas que pongan los asistentes, lo que nunca, pero nunca puede faltar en un karaoke es la disfonía del día siguiente donde todos terminamos hablando como el Coco Basile y la alegría de habernos sentido en American Idol por un rato.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Mery!
Como me rei sola, acordandome el viernes en el cumple de maiti en el karaoke!
es taaall cualll!!jajaj
como nos divertimos no?
tenemos q repetirlo!!
muy bueno
beso
clari obarrio

Mery Swanson dijo...

Agrego otro momento cumbre del karaoke: El final del evento donde todos los presentes medio ebrios, después de bajarse 2 cacerolas de clericó, terminan tomados de la mano cantando We are the world, we are the children.