17 de abril de 2008

Parece que fue ayer...

Homenaje: Así se titulaba este mail que encontré impreso revisando papeles viejos. Lo escbribí el jueves 8 de Febrero de 2001. Iba dirigido a una de mis amigas que actualmente trabaja en prensa y marketing de una importante multinacional pero con copia a otras 13 mujeres que hoy estoy convencida de que también merecen un homenaje. Quiero postearlo porque sé que a pesar de que ya no tenemos 22 años, ni acabamos de dejar el colegio seguimos eligiendo y tratando de ser felices.

Imaginemos esta escena:
Un grupo de amigas alrededor de una mesa, comiendo comida rápida comprada en un importante restaurante de origen norteamericano. Hablan, charlan, ríen, hace mucho que no se ven. Comparten andanzas de un viaje realizado no hace mucho. De pronto, aprovechando un momento de silencio, de esos que se dan rara vez cuando tantas amigas están juntas, una de ellas golpea la cucharita contra un vaso de vidrio, a modo de campana, buscando que el silencio sea total y cuando todas las miradas se posan sobre ella dice: Tengo que hacer un anuncio. Hace un instante de silencio como para darle importancia a las palabras que va a decir y con su tono más solemne dice: Me ascendieron!!!
El grupo estalla en aplausos, vivas y saludos a la nueva jefa de contenidos.
Parece que fue ayer que este mismo grupo de amigas estaba con sus uniformes azules por la rodilla, desgastados después de 5 años de secundaria, paradas en un salón de actos listas para recibir sus diplomas por parte de una larga fila de monjas y profesoras. Mientras esperaban escuchar sus nombres para subir al escenario pensaban en el mundo que se les abría. Terminaban el colegio, tantos miedos, tantas dudas, tantos proyectos y sueños: el trabajo, la facultad, la vida que cada una empezaba a elegir.

Y hoy a cinco años de ese último día escuchan este anuncio: "Me ascendieron" y descubren que valió la pena ese salto al vacío, ese salto hacia ese mundo desconocido.
Hoy a cinco años de ese último día como alumnas del colegio siguen teniendo los mismos miedos, dudas, proyectos y sueños pero lo más importante es que ya tienen 5 años de experiencias compartidas, cinco años más de vida vivida, de opciones tomadas que las van uniendo a cada momento y las van haciendo cada vez más lo que son: ellas mismas.


Hoy, muchos años después de ese mail, muchos ascensos más tarde, mi amiga no solo se casó sino que viene Lorenzo en camino, quien seguramente, dentro de 25 años reunirá a sus amigos para contarles lleno de orgullo que lo ascendieron y así esta historia se seguirá repitiendo de generación en generación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SOS HERMOSA!!!

Anónimo dijo...

Mary!!! cómo me emocionó tu columna. Qué afortunadas que somos de tener a una amiga que recopile este tipo de recuerdos tan significativos para todas. Te quiero mucho, amiga!!! Un beso grande
Majo