Hoy me encuentro frente a la posibilidad de un nuevo comienzo. Eso es lo que se obtiene al cumplir años. Borrón y cuenta nueva. Un nuevo año, todo por esperar, todo por ocurrir, mil proyectos y mil sueños. Paradójicamente y sin proponérmelo el calendario coincide con lo que me está pasando.
Hace un tiempo escribí que la mirada de los otros es lo que nos define y por ese motivo hay momentos en los que no podemos dejar ciertas relaciones, porque no queremos dejar de sentirnos como sentimos con el otro o no queremos dejar de vernos como nos ve el otro. Pura inseguridad. Sabemos que deberíamos desear más, sabemos que nos gustaría recibir más pero nos conformamos con las sobras de algunos. Siempre pensé que esas relaciones que sabíamos que no tienen futuro eran un modo de paliar la soledad, un modo de pasar el tiempo hasta que llegue el adecuado. Últimamente me encontré pensando que poner tanta energía en paliativos no era la solución, que justamente darle tanto lugar a relaciones sin sentido, sin futuro o poco claras era lo que evitaba que pudiera mantener una relación verdadera con alguien.
Igualmente me pregunto: ¿Es la solución estar completamente sola hasta que encuentre a alguien que realmente me cierre? o ¿Es mejor distraerse y disfrutar mientras aparece el indicado? La verdad es que sigo intentando resolver este dilema pero me he dado cuenta de que me cansé de las relaciones paréntesis. Me cansé de esas relaciones que uno se toma como un paréntesis, como un mientras tanto. Me gustaría tener una vida más integrada, donde pueda encontrar en una sola persona todo lo que busco. Se supone que esto es lo que buscamos todas las mujeres, pero la realidad es que durante todo este tiempo tuve demasiado miedo de estar realmente sola porque eso podía implicar que estuviera disponible para una relación seria y no estaba preparada. No sé si ahora estoy lista, pero cada una de las relaciones paréntesis que viví me ayudó no solo a transitar el mientras tanto sino a afrontar mis miedos en distintos niveles y de distintas maneras.
Por eso ahora creo que la solución no es quedarme sola completamente y a la espera de que venga el príncipe azul a rescatarme y enamorarme sino que el mejor modo será seguir yendo al encuentro de nuevos hombres, entablar nuevas relaciones, arriesgarme a ver que pasa. Es probable que mientras tanto varios planteen la posibilidad de nuevas relaciones paréntesis, pero también es muy probable que al tener claro qué quiero y al estar dispuesta a jugarme por eso descubra que del otro lado habrá alguien dispuesto a darme todo lo que necesito y a recibir y valorar todo lo que yo tenga para dar.
Por eso ahora puse un punto final a tantos paréntesis con la esperanza de tener menos signos de pregunta y tener más energía para escribir solo signos de exclamación.
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